Baja Visión
Aproximadamente un 80% de las sensaciones y de la información nos llega por medio del sentido de la vista. Todo lo que hacemos está relacionado en mayor o menor medida con el funcionamiento de nuestro sistema visual. Pero, ¿Qué ocurre cuando una persona tiene una disminución en su capacidad visual? Esa persona tiene Baja Visión, definida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como: “Una alteración de la función visual que aún después de tratamiento y/o corrección refractiva estándar, tiene una agudeza visual de menos de 6/18 a percepción de la luz, o un campo visual de menos de 10 grados desde el punto de fijación, pero que usa, o es potencialmente capaz de usar la visión para la planificación y/o ejecución de una tarea.” En este caso, el paciente será derivado por su médico oftalmólogo al especialista en Rehabilitación Visual para obtener el máximo aprovechamiento visual, consiguiendo así una mejor calidad de vida y autonomía para poder manejarse de una forma óptima en todos los ámbitos de su vida. Esta tarea se encuentra a cargo de la especialista en contactología y licenciada en Baja Visión, La Señora Edi Vargas que junto a un equipo multidisciplinario (oftalmólogos, psicólogos, rehabilitadores) evalúan a los pacientes para determinar que ayudas ópticas especiales (telescopios, anteojos microscopios, lupas con luz, magnificadores electrónicos, filtros para deslumbramiento) pueden ayudar de acuerdo a la patología diagnosticada previamente (Maculopatía, glaucoma, albinismo, retinitis pigmentaria, etc) y poder aprovechar las áreas de retina que no han sido dañadas por estas enfermedades. En cada sesión con el especialista se ira trabajando a través de diferentes actividades, según las necesidades de cada paciente en un marco personalizado y conteniendo al paciente en sus distintas etapas de la enfermedad. Es importante destacar que la rehabilitación visual es un proceso, en algunos casos, más extenso y en otros más corto, pero siempre es un camino a recorrer.